sábado, 21 de junio de 2014

Chapter twenty seven.



*Niall Horan*

-¡Nialler!- casualmente, el grito de Ori me sacó de mis pensamientos. Giré mi cabeza para ver a mi amiga corriendo hasta donde yo estaba, con una sonrisa traviesa en los labios. Al llegar a mi lado, tomó asiento en el banco de piedra. Ya estábamos a lunes, y ahora teníamos hora libre.
-¿Por qué corrías?- reí-. No tenemos gimnasia hasta el miércoles- me pegó un codazo en las costillas, incrementando mis risas.
-¡Cuéntame cómo te fue la cita con Lucy!- podía notar como mis mejillas habían tomado un color rosado, cosa que hizo que Oriana me pellizcase la mejilla-. ¿Qué hicistéis?- preguntó emocionada.
-Fuimos al parque de atracciones- sonreí cuando el recuerdo vino a mi mente. Lo pasé realmente bien-, y comimos un montón de dulces; así fue como me enteré de que le encanta comer- los dos nos reímos.
-Los dos son almas gemelas- comentó con una sonrisilla, más para sí misma-. ¿Volveréis a salir?- asentí feliz.
-Nos veremos el jueves para ir a patinar- Oriana aplaudió dando un pequeño gritito y me abrazó fuertemente.
-Estoy orgullosa de tí, duende. No necesitaste mi ayuda para pedirle otra cita.
-En realidad fue su idea ir a patinar y yo dije que si quería que nos viésemos el jueves, así que colaboramos entre los dos- reí divertido porque no me soltaba, seguía abrazándome. Pero entonces se separó de mí de golpe.
-¿Sabes qué significa eso Nialler?- negué con la cabeza, confundido por su efusividad-. ¡Quiere decir que le gustas!- chilló agarrándome de las mejillas.
-¿Eso crees?- me mordí el labio, nervioso. A mí Lucy realmente me gustaba, y me empezó a gustar más a lo largo de la cita.
-Eso creo- aseguró-. Aunque por curiosidad, ¿Cómo se comportó contigo durante la cita?
-Nos reímos mucho, y hablamos de nuestras vidas durante un buen rato; en realidad en ningún momento de la cita no dejamos de hablar. Oh, y me besó la mejilla cuando pasé a buscarla y cuando la dejé en casa- di un largo suspiro-. Es un amor de chica.
-¿No hubo beso?- la noté un poco decepcionada, y me hizo reir.
-No, lo siento- carcajeé.
-A la próxima tiene que haber beso Niall- prácticamente, me ordenó.
-¿Qué? ¡No la voy a besar tan pronto, Oriana!- exclamé. Bueno, moría por besarla, pero todavía me parecía demasiado pronto.
-Ugh, haz lo que quieras rubio- se rindió.

*Oriana Núñez*

Después de la hora del almuerzo, entré a clase de literatura más feliz de lo normal. Y eso ya era un poco raro en mí, siendo lunes y literatura la clase la cual tenía ahora. Pero en un rincón apartado dentro de mi mente se encontraba la razón, y no quise recordarla. Me senté en el mismo sitio de siempre. Un par de minutos más tarde, en los cuales estuve mirando la nada, el rizado de ojos verdes se sentó a mi lado con hoyuelos en las mejillas adornando su sonrisa. No entablamos conversación, pero porque la profesora de literatura acababa de entrar. A media hora de la aburrida clase, Harry movió mi brazo suavemente.
-¿Me prestas un boli?- me preguntó en un susurro. Asentí con la cabeza, regalándole una sonrisa de lado y le di mi estuche para que rebuscase dentro. Volví mi vista al frente, pero la mano de Harry volvió a mover mi brazo-. He encontrado esto dentro- me dio un papelito doblado. Mi corazón se aceleró sin explicación alguna y cogí el papel entre sus dedos.
''You'll never love yourself half as much as I love you - E''.
Empecé a chillar mentalmente, mientras me mordía el labio y lo releía una y otra vez. No había abierto el estuche desde la clase de mates, así que alguien debía de haber metido el papel en esa clase, o a la hora del almuerzo, porque si no, no me explico como ha llegado hasta aquí.
-¿Qué es?- Harry preguntó apoyando la cabeza en mi hombro. Giré un poco mi cara, pero no me molesté por su cercanía. Ni siquiera parecía darse cuenta de que estábamos en plena clase.
-Otra nota- me encogí de hombros-. ¿Cuándo me dirás quién es?- hice un pucherito con los labios y él rió suavemente.
-Te digo que no lo sé, Ori- no, no me convencía. Me crucé de brazos y lo miré acosadoramente. Levantó los brazos inocentemente, pero tenía una sonrisa traviesa en los labios.
-¿Por qué no me lo quieres decir?
-No puedo- se mordió el labio y esa sexy imagen se quedó grabada en mi mente.
-Pues ya no eres mi amigo- Harry abrió la boca, incrédulo. Estaba a punto de reir hasta que recordé que me hacía la enfadada.
-No digas eso- hizo un tierno puchero-. Enfádate conmigo, pégame o lo que quieras, pero no dejes de ser mi amiga- me mordí el labio, sin saber muy bien qué decir sobre eso. Harry metió un mechón de pelo detrás de mi oreja. Oímos a alguien carraspear enfrente de nosotros, que hizo sobresaltarnos. Teníamos a la profesora delante de nosotros, con muy mala cara (aunque se le notaba una pizca de diversión en los ojos) y los brazos cruzados.
-¿Habéis dejado de flirtear entre vosotros?- preguntó. Todos los presentes en la clase estallaron en carcajadas, incluso Harold. Lo fulminé con la mirada, con las mejillas sonrojadas a más no poder y dejó de reir. La profesora volvió al frente de la clase con una sonrisa divertida y le pegué un puñetazo en el brazo a Harry, quien se sobó la zona donde le había pegado después de sacarme la lengua.

*Annie Stonem*

Cogí a Louis y a Zayn, a cada uno del brazo, y los arrastré hasta clase de música, ya que llegábamos un poco tarde. Abrí la puerta y asomé mi cabeza; por suerte la clase todavía no había empezado. Di un largo suspiro, empujando a Zayn hasta nuestra mesa. Saludé a Oriana con la mano, intentando ignorar el hecho de que Liam me estaba evitando la mirada. Siempre volvíamos a lo mismo. Cuando nuestra 'relación' parecía ir bien, dábamos un paso atrás. Era una amistad de ida y vuelta que ya empezaba a marearme.
-¿Estás bien, Ann?- Zayn apretó suavemente mi antebrazo, mirándome preocupado. Asentí con la cabeza, con una mueca en los labios.
-Eso creo- suspiré. Zay pasó un brazo por mis hombros, dándome un abrazo.
-Todo se arreglará- sonrió, besando mi frente.
La clase pasó lentamente, cada minuto se me hacía eterno. No podía esperar a que el timbre sonara y por fin poder ser libre. Miré un punto indefinido del techo durante lo que me parecieron veinte minutos hasta que, finalmente, sonó mi salvación y me levanté perezosamente de mi asiento. Zayn me acompañó a mi taquilla a dejar los libros y a coger el skate, y después lo acompañé a él a la suya. Nos habíamos entretenido un poco hablando de cosas sin sentido, así que cuando salimos a la calle, la mayoría de estudiantes ya se habían ido. Nuestros amigos seguían allí, por suerte. Zay pasó un brazo por mis hombros, haciendo camino hacia donde ellos estaban, hasta que una mano agarró mi muñeca, deteniéndome. Me giré un poco molesta, pero juraría que mi cara fue todo un poema cuando vi la cara de quien me había agarrado de la muñeca, y todavía lo hacía.
-Hola Annie- saludó, sonriendo de lado. Zayn lo miró dudoso, a la vez que preocupado por la cara que había puesto.
-Chris- murmuré sorprendida. ¿Qué demonios hacía él en mi instituto? Cuando me quise dar cuenta todos mis amigos nos estaban observando, poniéndome más nerviosa que antes. Aunque al saber que todos nos miraban me aseguraba de que Chris no intentaría hacerme algo malo. Zayn quitó el brazo que tenía sobre mis hombros, y mirándolo de reojo vi como apretaba los puños hasta que sus nudillos se pusieron blancos.
-Necesito hablar contigo- sonrió tiernamente, dejándome más confundida que nunca. Sabía que detrás de esa sonrisa inocente se escondía mi peor pesadilla, pero me recordaba a ese tiempo en el cual estuve enamorada de él, y solamente asentí con la cabeza. Bajó el agarré en mi muñeca hasta entrelazar nuestras manos y nos apartó de mis amigos. Giré un poco la cabeza. Zayn tenía la intención de venir también con nosotros, pero sabía que eso no sería buena idea, así que con los labios le dije que no pasaba nada. Y se quedó junto a Oriana. Cuando Chris se detuvo debajo de un árbol, me enfrenté a su mirada.
-¿De qué quieres hablar, Chris?- hablé con cautela, no quería provocar su mal genio. Rió, y con su mano todavía entrelazada con la mía me acercó más a él hasta hacer chocar mi pecho con el suyo. Levanté mi cabeza sorprendida y me topé con su mirada.
-De nosotros- me guiñó un ojo, pasando su mano libre por mi cintura.
-¿De q-qué nosotros?- tartamudeé. Se supone que lo habías superado Annie. Bajó un poco más su cabeza, su aliento chocando contra mis mejillas.
-Del que podría haber- se mordió el labio, acercándose más a mí. Si es que eso era posible.
-¿De qué hablas?- abrí los ojos, asustada. Realmente me asustaba como se estaba comportando Chris. Pero en el fondo, sin querer reconocerlo, me gustaba este momento.
-De lo obvio- chocó su frente con la mía; sentía su aliento más cerca-. De que me gustas mucho Annie- mis ojos se abrieron más que antes, incluso juraría que mis mejillas parecían tomates ahora mismo. Y, sin darme cuenta, dije lo que en estos momentos menos sentía.
-También me gustas, Chris- le sonreí. Me regaló una amplia sonrisa y con un toque dulce, besó mis labios.

***


-Entonces, ¿Estáis saliendo?- preguntó un Zayn confuso, y por suerte, más tranquilo. Después de contarle todo lo que Chris y yo habíamos estado hablando, se puso de mala leche y se pasó diez minutos descargando su rabia con lo primero que encontró. Nadie salió herido, afortunadamente.
-No lo sé Zay- suspiré. Todo esto me tenía muy confusa. Ahora mismo solo quería echarme en la cama y escuchar a mi querido pelirrojo hasta quedarme dormida. Y no despertar nunca más-. Ya te conté toda la historia y ya sabes que antes estaba enamorada de Chris.
-Pero si has dicho que cuando has confesado que también te gustaba te ha salido así porque sí- movió las manos mientras hablaba, intentándose explicar.
-No sé ni por qué lo he dicho, la verdad- suspiré otra vez, frustrada-. No quiero reconocerlo, pero supongo que ha sido por miedo- me encogí de hombros. Zayn se mordió el labio, sin saber muy bien qué decir, y finalmente pasó un brazo por mis hombros.
-Seáis lo que seáis ahora, yo siempre estaré a tu lado, ¿Vale?- envolví su cintura con mi brazo mientras él besaba mi mejilla.
-Gracias Zaynie- contesté riendo animadamente. Chasqueó la lengua molesto.
-No me llames así, parece nombre de chica.
-Es que tienes una pequeña princesa en tu interior- aclaré. Se separó de nuestro medio abrazo dejando de caminar. Giré sobre mis talones, quedando enfrente de él.
-Pues tú eres una pequeña ranita en tu interior- se cruzó de brazos.
-Aw me estás diciendo que soy mona- pellizqué su mejilla, riendo, y él se apartó escondiendo una sonrisilla.
-Quise decir un bollito, eres un bollito- intentó rectificarse.
-Tierno y rico- me reí a carcajadas. Zayn gruñó y siguió andando conmigo detrás, siguiéndole y riéndome como una loca.

*Harry Styles*

Cuando llegué a clase de lengua, la primera clase de la mañana del martes, el único que ya estaba allí era Niall. Me pareció raro ya que siempre que pasaba por la puerta veía a Annie sentada a su lado, pero esta vez ella no estaba. Me senté en la mesa delante de Niall, como siempre hacía, y me giré para hablar con el rubio.
-¿Y la ranita?- pregunté causando una risita en Niall. Seguidamente, se encogió de hombros, haciéndome saber que él tampoco tenía ni idea de dónde estaba. Esperamos hasta que Annie llegara, y para matar el tiempo obligué a Nialler a contarme su cita con Lucy. Cuando el timbre sonó dando paso al inicio de la clase, por fin la cabellera de nuestra amiga skater se hizo presente. Se sentó al lado del duende y al darse cuenta de que el profesor no estaba, resopló. Oh, ya entendía-. ¿Creías que aunque estuviese aquí el profesor te librarías de hablar con nosotros?- levanté una ceja, divertido al ver sus mejillas sonrojadas.
-¿Quién era el chico?- se lanzó a preguntar Niall, viendo por donde iba la cosa. Ann rodó los ojos y con pesadez se dispuso a contestar.
-Se llama Chris- aclaró-, y bueno, en realidad ayer me confesó que le gustaba- se mordió el labio y bajó la mirada.
-Y tú contestaste...- empecé a decir para que ella completara la frase.
-Que también me gustaba.
Miré a Niall, que a la vez también me estaba mirando. Sería mejor que Liam no se enterase de eso. Y como si lo hubiese dicho en voz alta, Nialler asintió con la cabeza. No me podía imaginar la reacción de Liam al saber que la chica de la que se había enamorado le gustaba otro chico. Aunque supongo que se parecería mucho a la que tuve yo al enterarme de la relación de Ori y Edward. Ugh.



Antes que nada, feliz verano a todas (: y sí, he subido capítulo. Finalmente he decidido no dejarla. Realmente me subistéis el ánimo con los comentarios en el capítulo anterior. Muchísimas gracias por todo, de verdad. Os quiero x

miércoles, 18 de junio de 2014

Chapter twenty six.



*Oriana Núñez*

Me había cansado de jugar a cartas con los tramposos que tenía como amigos, así que me limité a sentarme al lado de Zayn y ver como los tres jugaban a cartas. Hacía cinco minutos que Liam había subido a ver a Annie, ya que la skater tardaba lo suyo en bajar. Apostaría todos mis ahorros a que seguramente estaba cotilleando. Liam pasó caminando furioso por el pasillo, y al ser la única que lo notó, me levanté y lo seguí. Había salido por la puerta trasera, ya que la había dejado abierta. Me encontré a mi amigo sentado en el césped, arrancando pedazos de hierba sin piedad. Arrebato de furia del señor Payne. Me senté a su lado, y no le llevó más de quince segundos notar que estaba allí. Cuando fijó su mirada en la mía, ya había parado de arrancar la inocente hierba del jardín trasero de Harry, pero su pecho subía y bajaba exageradamente. Me mordí el labio indecisa, no sabía si preguntar o no qué pasaba, pero la curiosidad mató al gato.
-¿Qué pasa, Payne?- crucé mis piernas, jugando con un hilillo suelto de mi pantalón. Liam cerró los puños con fuerza, y luego de unos segundos, los abrió. Este chico es raro.
-No es nada- refunfuñó. Oh no, cuando Oriana quiere saber algo lo consigue. Empujé su hombro con el dedo, pero solo conseguí que se moviera un milímetro.
-No me lo creo- negué con la cabeza, haciendo que el pelo se me moviese al mismo tiempo-. Nunca te pones así si no es por nada importante- Liam resopló, molesto.
-No me apetece hablar de ello, Ori- murmuró, jugando con la hierba que se escaba entre sus dedos.
-Venga, Liam, confía en mí- puse mi mano en su hombro, regalándole una sonrisa. Rodó los ojos, pero supe que esta vez iba a hablar.
-Pensé que ella sería diferente- murmuró sin mirarme. ¿De quién hablaba?-. Pensé que ella no sería como las demás chicas; que se enamoran del típico chico malo e idiota que aunque les haga daño, ellas no pueden evitar sentir algo por él. Pero me equivoqué- estrelló el puño en el suelo-. Me dijo que me quería y recién ahora me entero de que le gusta un estúpido chico 'malo'- hizo comillas con los dedos.
-Vale Liam, no entiendo nada. Estoy más confundida que Niall en clase de matemáticas- al menos le hice sonreir un poco.
-Hablo de Annie- susurró poniéndose serio de nuevo.

*Zayn Malik*

El timbre nos interrumpió de nuestra concentración en la partida de cartas e inmediatamente Harry fue a abrir la puerta al que supuse sería Louis, el único que faltaba por venir. Entonces me di cuenta de que Oriana ya no estaba a mi lado, ¿Cuándo se había ido? Saludamos a Lou cuando lo vimos entrar por la puerta del salón seguido de Harry. Mi móvil sonó en el bolsillo delantero de mis vaqueros y lo saqué para encontrarme con un mensaje de Annie. Y hasta ahora me daba cuenta de que ella todavía no había bajado. Mal amigo que soy.
A.- Zayn sube por favor, estoy en el cuarto de Harry, te necesito Zay.
No podía parar de repetir la última frase en mi cabeza, una y otra vez, mientras subía las escaleras. Le había ofrecido mi puesto en la partida de cartas a Louis antes de ir a ver a Ann, y él aceptó encantado. El cuarto de Harry era el único que tenía la puerta de madera. Su madre había decidido pintar todas las puertas de blanco, pero Harry se había negado a aceptar y su puerta fue la única que no se pintó. Así que siempre era fácil encontrar su habitación. No me pare a llamar a la puerta y entré directamente. Annie se había sentado en el suelo y apoyaba la espalda contra la cama. Tenía la cabeza escondida entre su pelo y abrazaba las rodillas con fuerza. Me senté delante de ella, pero no levantó la cabeza. Escuché un pequeño sollozo salir de sus labios y finalmente me miró.
-Annie- murmuré estirando los brazos y inclinándome hacia delante. Ann entendió mi propósito y enseguida se abrazó a mi torso. Acaricié su pelo en un intento de calmar su llanto, que cinco minutos después, cesó. Se separó de mi lentamente, secándose las lágrimas con la manga de su jersey.
-Gracias por venir conmigo Zay- sorbió por la nariz. Acaricié su barbilla con los dedos.
-No ha sido nada Ann, sabes que siempre estaré contigo- asintió con la cabeza, una pequeña sonrisa creciendo en sus labios-. ¿Qué ha pasado?- pregunté. Cuando llegamos a casa de Harry todo parecía estar bien. Annie enderezó la espalda para estar más cómoda y empezó a contarme todo lo que había pasado minutos antes en este mismo lugar.
-¿Tú le hablaste de Chris a Liam?- questionó Ann cuando acabó su relato. Negué con la cabeza, todavía medio confundido por todo lo que había pasado con Liam y Annie. No entendía muy bien a qué venía el comportamiento de Liam, pero una parte de mi cerebro me dijo que a eso se le llaman celos. Aunque la pregunta principal seguía ahí, ¿De qué conocía Liam a Chris?

*Harry Styles*

Después de comer las pizzas que había pedido para todos, nos habíamos sentado con la guitarra de Niall y un par de libretas en el salón. Queríamos pensar en la canción, pero, al menos yo, noté el ambiente muy tenso. Ni siquiera escribimos nada. Cuando Ori nos preguntó si ya teníamos algo escrito, fulminé con la mirada a Niall al ver que abría la boca para hablar. Si Oriana se enteraba de la frase, sospecharía de alguno de nosotros ya que ésa era la misma frase que le escribí en una de las notas. Así que simplemente negamos con la cabeza. Hacia las once de la noche empezamos a montar las camas para nosotros en el salón, ya que las chicas dormirían en mi cuarto; mi cama tenía una de repuesto debajo, así que estarían las dos juntas. Luego de diez minutos, cuando acabamos de preparar el salón para dormir, Ori y Ann se despidieron y se fueron a cambiar a mi cuarto. Después de un rato Niall, Lou y Zayn subieron a darles las buenas noches. Liam estaba entretenido viendo la tele, y a mi me daba corte subir, así que los dos nos quedamos abajo. Cuando los chicos volvieron, Louis se sentó al lado de Liam y le susurró algo al oído, pero él solo asintió con la cabeza sin apartar la mirada de la televisión, completamente indiferente. Nos quedamos los cinco viendo un viejo capítulo de Cómo conocí a vuestra madre hasta que Liam se levantó avisando que iba a por un vaso de agua y Zayn se unió a él. Pasadas media noche, nos fuimos todos a dormir. Cerca de las tres de la madrugada, me desperté. No podía dormir, necesitaba algo de aire fresco. Me puse los calcetines y una chaqueta para tapar mi torso desnudo, ya que solo estaba durmiendo con pantalones largos de algodón, y salí al jardín trasero. Me llevé la grata sorpresa de que, allí sentado, con una libreta y un lápiz entre las manos, estaba Liam. Me acerqué a paso lento y toqué su hombro, recibiendo una sonrisa cansada de su parte.
-¿Qué haces aquí?- me senté de piernas cruzadas a su lado, mirando de reojo lo que estaba escrito en la libreta, pero no se veía mucho por la poca luz que había. Liam ya se había encargado de encender una de las luces que iluminaba el jardín, y aún así solo se veía lo justo.
-No podía dormir- suspiró, dándole una mirada a su libreta-. ¿Y tú?
-Me he despertado y ya no podía dormir, y me apetecía estar fuera, no sé- me encogí de hombros-. ¿Puedo?- señalé la libreta y con un asentimiento de su parte la cogí. Tenía escrito frases sueltas pero ninguna se enlazaba con otra.
-No consigo unir las frases. Me gustan como suenan, pero no puedo pensar en algo que quede bien para juntarlas.
Volví a leerlas, y me detuve en una que me llamó la atención. Era mi frase, ¿Entonces Liam estaba escribiendo la canción?
-¿Es la canción para la competición de bandas?- pregunté devolviéndole la libreta.
-Sí- murmuró distraído-. Lo siento, sé que deberíamos de escribirla juntos pero- lo interrumpí.
-Eh Liam, a mí me parece bien- aseguré, haciéndolo sonreir levemente-, seguro que a los otros también.
-No, Annie no puede ver la canción- contestó rápidamente.
-¿Por qué?- enarqué una ceja-. Oh, espera, no me lo digas; te has inspirado en ella, ¿Verdad?
-Medio verdad- sonrió de lado-. Pero por favor, ella no lo puede ver hasta el día de la competición de bandas- se mordió el labio.
-Haré lo que pueda Liam, pero la competición es en mayo y solo estamos a octubre, ¿Qué hay de los ensayos y todo lo demás?
-Ella solo va a tocar la guitarra, entonces solo tiene que practicar la melodia, Niall puede ayudarla.
-Está bien- suspiré-. Mañana hablamos con los chicos, ¿Sí?- asintió con la cabeza.
-Gracias Harry- musitó cuando me levanté del césped. Sonreí y palmeé su hombro para después volver a mi cama en el salón y ahora sí, dormir.

*Liam Payne*

No podía dejar de mirar a las frases que ya tenía escritas en la libreta, pero no encontraba manera de juntarlas. Todo lo que había escrito de momento, de alguna forma, tenía que ver con Annie.

Bet my friend's been telling you, I'm not doing much better

''-Eres un idiota Liam, no puedo creer que pienses eso de Annie- Oriana negó con la cabeza, de brazos cruzados.
-Lo siento- murmuré agachando la cabeza.
-Eso no hace que mejore la situación, ya lo sabes.''

So your friend's been telling me, you've been sleeping with my sweater


''-Cuando he ido a darle las buenas noches a las chicas, Annie ya estaba dormida- Zayn comentó, apoyado en la encimera-; y llevaba puesto tu jersey.
-¿Qué?- escupí el agua que estaba bebiendo dentro del vaso.''

Y se puede decir que la frase de Harry, para mí, también me recordaba a Annie. Aunque tratase de alejarla de mi mente, su recuerdo siempre volvía una y otra vez. Ni siquiera pude olvidarme de ella con Bethany. Ann era mi brújula, y sin ella, estaba perdido. Pero lo único que había conseguido, en cambio, era perderla. Estaba seguro de ello.

*Annie Stonem*

Llamé al timbre de la casa de Garrison, y después de esperar medio minuto, se abrió. Mi dulce amigo irlandés fue el que me había abierto la puerta. Me recibió con un gran abrazo y me invitó a pasar. Dejé mi regalo para la señora Parks junto al montón de ellos que había en la entrada. Si no fuese porque conocía a la cumpleañera, con solo mirar la gran cantidad de regalos juraría que era la fiesta de una adolescente. La casa estaba llena; había gente charlando en el salón, gente ayudando en la cocina, gente en todas partes. Niall cogió mi brazo y me guió escaleras arriba, hasta llegar a la habitación de Garrison.
-Hola Annie- saludó el tonto de mi vecino con la cabeza colgando de su cama. Sus piernas estaban apoyadas contra la pared, estiradas.
-¿Qué haces?- reí acercándome para pellizcar su nariz.
-Cuando he bajado a buscar un vaso de agua estaba así- Nialler se encogió de hombros. No debe ser agradable tener un primo tan raro.
-¿Te has tomado las pastillas contra la idiotez?- le pregunté tomando sitio a su lado. Gruñó y cuando no lo veía venir, subió un poco la cabeza y lamió mi mano que reposaba en el borde de la cama-. ¡Que asco Garrison!- exclamé limpiando mi mano en su camiseta, mientras Niall y él se reían a carcajadas. Estuvimos unos minutos hablando de tonterías, hasta que una señora que adiviné era la madre de Niall nos avisó que era la hora de comer. Emily, la madre de Garrison, me presentó uno por uno los invitados a su fiesta y yo, tímidamente, respondí los saludos que cada uno de ellos me daba. Finalmente nos sentamos todos a comer un rico plato de sopa con fideos. Después de un segundo plato y el postre, nos desplazamos todos al jardín, donde habían colocado mesas con aperitivos y habían trasladado ahí los regalos. Durante media hora, Niall, Garrison y yo, aburridos como ostras, tuvimos que ver como Emily abría regalos con entusiasmo. Finalmente, nos pudimos escapar cuando los mayores empezaron a ignorarnos. Nos fuimos a mi casa, donde continuamos con la fiesta a nuestra manera. Helado y maratón de películas.




Hola chicas, tengo algo que decir. Quizás es cosa mía o no lo sé, pero me da la sensación de que ya nadie lee la novela. Bueno, quizás, ¿Una o dos personas? Y a veces me siento un poco estúpida subiendo capítulos cuando sé que prácticamente nadie los va a leer. He estado pensando, y quizás, aunque todavía no lo tengo muy claro, dejaré de subir la novela. Estoy segura que perdí lectoras por mi culpa, porque en los últimos meses siempre he tardado muchísimo en subir, y eso lo sé. Ya no puedo hacer nada para cambiarlo; he intentado escribir más y poder subir más rápido, pero igualmente nadie lee. No sé qué voy a hacer, la verdad. Me gustaría que las chicas que todavía me leen ((si es que hay alguien)), comenten en este capítulo. Me da absolutamente lo mismo si es en anónimo o no, solo quiero saber cuanta gente la lee ((y repito, si es que alguien la lee)) para decidir si seguirla o no. Si finalmente decido no seguir, os avisaré; si decido seguirla, ya iréis viendo capítulos. Anyway, nos vemos x

viernes, 6 de junio de 2014

Chapter twenty five.



*Zayn Malik*

-¡Ya estoy en casa!- grité nada más abrir la puerta. Annie, detrás de mí, empezó a reir a carcajadas. Siempre que llegaba a casa gritaba lo mismo. Bueno, así se enteraban de que había llegado. La pequeña Safaa salió de la cocina corriendo y se abrazó a mí fuertemente. La abracé de vuelta besando su mejilla sonoramente.
-¡Hola Annie!- chilló emocionada cuando se dio cuenta de su presencia. Ann besó su frente.
-Hola pequeña- sonrió tiernamente. Me encantaba que mis hermanas se llevasen tan bien con Annie y que la quisieran casi tanto como yo. Pero eh, nadie la quiere tanto como yo.
-¿Mamá está haciendo la comida?- le pregunté a mi hermana, quien rápidamente asintió con la cabeza. Salió corriendo de nuevo hacia la cocina y Annie y yo la seguimos. Dejé nuestras mochilas encima de la mesa, pero mi madre se quejó ya que íbamos a comer allí y me obligó a llevarlas a mi cuarto. Cuando bajé, Ann y mi madre estaban charlando juntas mientras mi madre acababa de cocinar algo.
-Por cierto, hola mamá- la saludé con un beso en la mejilla haciéndola reir. Me senté encima de la encimera, al lado de Safaa.
-Annie me estaba contando como la habías obligado a venir a casa- comentó mi madre haciéndome soltar una gran carcajada. Solo le había insistido dos veces y ella no es que hubiese puesto mucha resistencia.
-Pero si te encanta venir bollito- Annie asintió, divertida por las carcajadas de mi madre y mi hermana.
-Y yo no he dicho lo contrario Zay- me palmeó la frente. Le saqué la lengua al tiempo que me bajaba de la encimera y robaba una patata frita de las que mi madre acababa de servir en un plato.
-Hijo te vas a quemar- pero cuando había dicho eso, la patata ya estaba en mi boca quemándome la lengua. La escupí sin darme cuenta y corriendo cogí agua de la nevera. Ann y Safaa no podían parar de reir-. Te lo dije Zayn- mamá intentó no reir y besó mi mejilla. Rodé los ojos, finalmente riendo con las dos tontas que se reían de mí.
-Por cierto, ¿Dónde está Waliyha?- hice un pucherito con los labios; mi lengua todavía dolía.
-No tardará en llegar, supongo- contestó mamá. De casualidad escuché la escandalosa risa de mi hermana que sonaba desde fuera y arrastré a Annie a la ventana. Waliyha venía acompañada de un chico y los dos charlaban animadamente. El chico se despidió de mi hermana con un beso en la mejilla y ella, sonrojada, entró en casa.
-¡Hooola!- gritó después de cerrar la puerta. Cogiendo a Annie otra vez del brazo, nos acercamos a la puerta de la cocina, donde me apoyé contra el marco de ésta-. ¿Qué haces aquí Zayn?- me preguntó ceñuda al verme ahí parado sin dejarla pasar. Con mi sonrisa pícara en los labios, conseguí que se sonrojara y entendiera de qué iba la cosa-. Cómo le digas algo a mamá esta noche no duermes- murmuró amenazadoramente. Rodé los ojos.
-Esta noche no duermo en casa- le guiñé un ojo-. ¡Mamá! ¿Sabías que un chico ha acompañado a Waliyha a casa?- grité para que mi madre me escuchara. Con la risa de Safaa de fondo, en menos de cinco segundos ya tenía a mi madre al lado de mi hermana, con una sonrisa enorme.
-¿Es eso verdad?- preguntó emocionada.
-Sí- contesté yo riendo, para que Waliyha no pudiese mentir. Mamá cogió a mi hermana por los hombros y la atrajo a ella, dándole un fuerte abrazo.
-¿Cómo se llama? ¿Es guapo?- y así empezó con la tanda de preguntas. Waliyha rodó los ojos y cruzó los brazos, ligeramente sonrojada-. Bueno, vamos a comer y en la mesa me cuentas- bufó pero hizo caso a mamá. Ann y yo nos sentamos delante de mi hermana, solo para molestarla un poco más-. Ahora sí, cuéntame cielo.
-Se llama Oliver- sus mejillas volvieron al color rosado de hace menos de cinco minutos-. Se ha ofrecido a acompañarme a casa y yo he aceptado.
-¿Oliver?- preguntó mamá confundida. De por si mamá se sabía la mayoría de los nombres de los compañeros de clase de Safaa, Waliyha y míos. Como Doniya ya estaba en la Universidad y vivía ahí, mamá no tenía tanto tiempo para cotillear con ella tanto como hacía con nosotros.
-Se mudó a Londres este verano- me incliné en la mesa y pellizqué su mejilla, que todavía estaba de un tono rojo-. Quita Zayn- refunfuñó, escondiendo su sonrisa y dándome un manotazo para quitar mi mano. No había podido aguantarme, me moría de ganas de pellizcársela. Pero en el fondo Waliyha me adora-. Mamá, ¿Podemos hablar de esto cuando no esté Zayn delante? Es molesto- hizo una mueca señalándome. Mamá, riéndose, asintió con la cabeza. Aunque con un par de suplicas y un puchero de mi parte me lo acabaría contando. En fin, empezamos a comer las deliciosas patatas fritas (que por suerte ya no quemaban tanto) y el pollo que había cocinado mi madre, y cuando acabamos, Ann y yo subimos a mi cuarto a preparar las cosas que me llevaría a casa de Harry. Luego ya pasaríamos por casa de Annie a recoger las suyas.
-¿Puedo poner música?- preguntó Annie haciendo que quitase la vista de mi armario. Asentí, cogiendo unos pantalones vaqueros y dejándolos encima de la cama. Ann, con una sonrisilla, corrió a ver la colección de cd's que tenía y escogió uno al azar, no me lo dejó ver. Después corrió de nuevo a meter el cd en el reproductor y selecció la pista de la canción que quería que sonase. Somewhere in Neverland, de All Time Low, se empezó a escuchar por todo mi cuarto. Mientras Annie se dirigía a mi armario distraídamente, entonó el principio de la canción.
-Say goodbye to the halls and the classes, say hello to a job and the taxes. The weekends with old friends, spilling into nine to five routine- cogió un camiseta negra que colgaba de una percha y una sudadera azul y las dejó encima de mi cama. Me quedé quieto, escuchándola cantar atentamente-. Tell me how you feel over and done with, like your life is a map with no compass, to guide at the bar, drinking way too much. We sing along to Forever Young- abrió la boca, pero la interrumpí. Sonreí mientras cantaba cuando me miró sorprendida y avergonzada.
-So here we go again, wishing we could start again- le guiñé un ojo. Rodó los ojos, y de brazos cruzados apoyada en la puerta de mi armario me miró fijamente mientras ambos cantábamos el estribillo.
-Wendy, run away with me. I know I sound crazy, don't you see what you do to me? I wanna be your lost boy, your last chance, a better reality, yeah. Wendy, we can get away, I promise if you're with me say the word and we'll find a way, I can be your lost boy, your last chance, your "Everything Better" plan. Oh... Somewhere in Neverland- Annie bajó la cabeza, más avergonzada que antes. Dejé que la canción siguiera sonando y me acerqué con una gran sonrisa a mi mejor amiga, dispuesto a abrazarla. Estiró los brazos, envolviéndolos en mi cintura. Besé su coronilla, apoyando la cabeza en la suya segundos después.
-¿Sabes? Hace mucho que no cantaba delante de alguien; no desde que mis padres- se interrumpió a sí misma, hundiendo la cabeza en mi pecho-, ya sabes- finalmente dijo. Su voz sonaba amortiguada. La obligué a levantar la cabeza, secando con mi pulgar una lágrima traviesa que corría por su mejilla.
-Cantas realmente hermoso- besé su frente con ternura, sabiendo que eso siempre la hacía sonreir. Y no me equivoqué. Enterró la cara en mi pecho, de nuevo, mientras frotaba su espalda con cariño.
-Gracias Zayn- luego de unos minutos nos separamos. Ann tenía la cara roja, pero una bonita sonrisa adornaba sus labios.
-No tienes que darme las gracias Annie, ya sabes que siempre voy a estar a tu lado.

*Louis Tomlinson*

Pasé las manos por mi pelo, con la intención de despeinarlo pero para después volver a peinarlo con los dedos como llevaba haciendo hace más de diez minutos. Me miraba en el espejo del baño, practicando una sonrisa. Aunque sabía que vendría sola solo con estar con Phoebe. Suspirando derrotado ya que el pelo me quedaba igual que antes, salí de allí. Volví a mi cuarto a comprobar la hora en el móvil. Ya era hora de pasar a recoger a mi cita, así que guardé el móvil en el bolsillo de los tejanos, cogí mi cartera y puse rumbo a casa de Phoebe. Después de caminar cerca de un cuarto de hora, llegué a una gran casa con un perfectamente cuidado jardín delantero. Revisé el último mensaje de Phoebe, comprobando que la dirección que ella me había dado era correcta. Encogiéndome de hombros, crucé el verde jardín en dirección a la puerta. Llamé al timbre y di un paso atrás.
-¡Ya voy!- se escuchó desde algún lugar de la planta superior de esa enorme casa. Reí flojamente, sabiendo que esa debía ser Phoebe. Esperé unos pocos minutos ahí fuera hasta que la puerta se abrió, consiguiendo que me quedase totalmente pasmado con la chica que acababa de abrir. El vestido por encima de las rodillas que llevaba mi cita me estaba enloqueciendo, más de lo que debería. Cogió el abrigo del perchero y cerró la puerta detrás de ella-. Hola Lou- besó mi mejilla y al no poder articular palabra, todavía, le guiñé un ojo. Seguía impactado por las largas y bronceadas piernas de Phoebe. Me pegué una bofetada mental, reprimiéndome a mí mismo por estar pensando en esas cosas.
Llegamos al cine entre nuestro parloteo de cosas triviales. Sentía que con ella siempre tenía algo de lo que hablar, me sentía cómodo. Pagué las entradas para ver una comedia romántica que Phoebe me suplicó ver y yo, como tonto enamorado, sonreí y accedí a cumplir su petición. Después de las dos horas que duró la película, me encontraba compartiendo un batido de plátano con Phoebe sentados en un banco mientras comentábamos sobre la película. Fui tan tonto que no cogí el suficiente dinero y solo me llegaba para un batido, y cuando Phoebe quiso pagar otro para mí, le conteste que esto era un cita, yo la había invitado así que yo pagaba. Pero igualmente quiso compartirlo conmigo.
-Gracias por todo Lou, me lo he pasado muy bien- me sonrió dulcemente cuando llegamos a la entrada de su casa.
-Yo también- me reí nervioso. Quería decirle que ojalá se repitiese otra vez, pero ella se me adelantó.
-Estaría bien si se repitiese otra vez- largó una pequeña risita, haciéndose la tímida. Ambos sabíamos que ella, de tímida, no tenía nada. Asentí en respuesta, el doble de nervioso que hace unos segundos. Y antes de que pudiese procesar la información, acercó su rostro al mío, rozó sus labios con los míos sin llegar a juntarlos del todo, sonrió pícaramente y desapareció de mi vista, dejando en su lugar la blanca puerta de su casa. Esta mujer me quería matar.

*Annie Stonem*

Cuando llegamos a casa de Harry, allí ya se encontraban Liam, Niall y Ori junto al dueño de la casa jugando a las cartas, y por supuesto, Niall comiéndose una bolsa de palomitas. Nialler palmeó el sitio libre del sofá a su lado y me senté, dándole un beso en la mejilla.
-Te he guardado palomitas- dijo el duende a mi lado, dándome la bolsa de palomitas con una gran sonrisa. Le agradecí sorprendida por su gesto, pero me eché a reir al descubrir que solo quedaban cinco palomitas, contadas. Me las comí de todas formas.
-Podéis dejar vuestras mochilas en mi cuarto si queréis- nos informó Harry concentrado en la nueva partida que acababan de empezar. Me levanté colgando la mía en mi hombro.
-Bollito llévame la mía también, por favor- suplicó Zay, mirándome un momento para después volver la vista a sus cartas con el ceño fruncido. Rodé los ojos y riendo me encaminé a las escaleras.
-Es la última puerta del pasillo a la derecha- me informó Harry. Hice caso a sus instrucciones y rápido encontré su cuarto. Coloqué las mochilas al lado de otras tres, que una reconocí que era de Ori al ser la única de color rosa. No creo que esa fuese de Niall ni de Liam. Me entretení un rato observando la habitación de Harry y cotilleando las cosas sobre su escritorio, hasta que me llevé un buen susto al escuchar la puerta abrirse. La cabeza castaña de Liam se asomó de allí y automáticamente sonreí al verle. Entró cerrando la puerta detrás suyo.
-Quise ver si estabas bien ya que, bueno- se rascó la nuca, con la cabeza ligeramente ladeada-, tardabas un poco- sonreí al notar que detrás de esas palabras, quería decirme que se había preocupado por mí, en cierto modo.
-Estoy bien, solo cotilleaba- me encogí de hombros, con una mueca divertida en los labios-. Pero no se lo digas a Harry- Liam negó con la cabeza, para después quedarse un buen rato mirándome fijamente. Odiaba cuando la gente hacía eso, pero igualmente aguanté su mirada. Finalmente suspiró y se acercó un paso hasta mí.
-¿Puedo hacerte una pregunta?- murmuró jugando con sus manos, bajando la mirada de mis ojos. Asentí con la cabeza-. ¿Quién es Chris?- abrí mis ojos sorprendida ante su pregunta. ¿Cómo demonios sabía de la existencia de una de mis peores pesadillas? Me mordí el labio, preocupada. Ya me estaba arriesgando bastante con que Zayn supiese sobre él, y sobre todo lo que pasó, no quería a nadie más involucrado-. ¿Él t-te gusta?- volvió a preguntar cuando se dio cuenta de que no había respondido, y muy en el fondo, no tenía ganas de responder. Y esa pregunta me pilló aún más por sorpresa. ¿De dónde había sacado esa conclusión? Me puse roja de un momento a otro, con tan solo pensar que la mismísima persona que me gustaba era la que me preguntaba si me gustaba otro. Si le contestaba que no, ¿Me preguntaría quién me gustaba entonces? Le diría que él era y el se reiría en mi cara. No, eso no. Pero si le contestaba que sí, estaría mintiendo. No quería mentirle, no a él. Su cara se tornó seria. Oh mierda, había estado todo el rato en silencio-. Te gusta- murmuró duramente. Apartó la mirada de mí, como si me tuviese asco. En un acto reflejo, me acerqué a él. No entendía su reacción. A no ser que...
-Liam- susurré, y cuando levanté mi mano para tocar su hombro se apartó de golpe. Volvió a mirarme fijamente a los ojos, pero esta vez fue diferente. No me miró como minutos antes, con tranquilidad y suavidad. No, ahora su mirada me dolía en lo más hondo de mi corazón.
-No- escupió molesto. No entendía nada, absolutamente nada-. Por un momento te creí diferente Annie- murmuró, negando con la cabeza y abandonando la habitación segundos más tarde, dejándome sola con lágrimas deslizándose por mis mejillas.




Hola sunshines (: Siento haber tardado en subir, no tenía inspiración oops. Sé que el capítulo me ha salido como una mierda pero no se me ocurre nada. Estoy en blanco. Oh, y cambié un poco la idea que tenía desde un principio para la novela. Os váis a sorprender. Me acabo de dar cuenta de que ya voy por el capítulo 25 wow. La otra novela la acabé en el capítulo 3O pero os puedo decir que esta tendrá algunos más. Hasta quizás llego a los 5O! Bueno, no lo sé haha. Espero que os haya gustado aunque si la respuesta es no, no me parecería raro, como he dicho el cap es una mierda. Y buen fin de semana a todas; os quiero. xx