viernes, 17 de enero de 2014

Chapter sixteen.



*Louis Tomlinson*

-... Y entonces éste es el plan de Harry- finalicé mi narración. Zayn y Annie asintieron con la cabeza prácticamente a la vez. Harry me había dado permiso para contárselo a todos ellos menos a Ori, obviamente. Y me apetecía contarlo, no sé.
-Aw que romántico, ¡Ya prodías hacérmelo a mí Zay!- bromeó Ann, codeándole. Zayn levantó una ceja, divertido.
-Sabes que me atrevo a ahora mismo ponerme de rodillas delante tuyo, así que mejor no digas nada bollito- Ann y yo soltamos una carcajada. Ni de broma me imaginaba a Zayn de rodillas delante de una chica.
-No te atreves Zayn, no mientas- lo desafió, y éste sonrió arrogante. Se puso delante de Annie justo cuando una pareja de abuelos pasaban por al lado, se arrodilló y le propuso (dramáticamente y de broma, claro está) matrimonio. La anciana detuvo a su marido a contemplar la escena. Ann muerta de la vergüenza, yo muerto de risa y Zayn sonriendo satisfecho.
-Que jovencitos más adorables- pellizcó la mejilla de Zayn cuando éste se levantó del suelo y Annie se aguantó la carcajada por la mueca que hizo el moreno-. ¿Queréis un caramelo?- abrió su bolso con una dulce sonrisa. ¿Quién no le diría que sí a un caramelo? Después de que nos diese dos caramelos de menta a cada uno, nos despedimos de ellos y seguimos el camino a casa.
-Oye Lou, ¿Cómo vas con Phoebe?- preguntó un Zayn pícaro. Me sonrojé, un poquitín, y evité su mirada divertida.
-Cuentanoslo, venga- suplicó Annie, enroscando su brazo al mío. Los dos pusieron ojos de cachorritos. Rodé los ojos; ésta sería la última vez que funcionaría.
-Tengo pensado en invitarla a salir, mañana- finalmente solté en un suspiro. Annie chilló emocionada y me abrazó.
-Pero a ver que no me queda claro, ¿Para que sea tu novia o para salir a dar una vuelta?- Ann chasqueó la lengua y lo miró indignada.
-Pues para una cita, tonto- dijo obvia.
Pobre Zayn; a mí también me costó pillar la diferencia.

*Annie Stonem*

Me arrepentí en lo más hondo de mi alma cuando le dije a Zayn que no me importaba que no pudiese acompañarme hasta casa; que no había ningún problema. Pero a pocos metros de llegar, mis tres problemas estaban plantados en la acera de cerca de mi casa. Doblé una esquina, mejor dar la vuelta que enfrentarme a ellos, y como pensé que no me habían visto seguí mi camino demasiado confiada. Hasta que sentí un fuerte tirón en el pelo, haciéndome caer al suelo. Solo me hizo falta escuchar su risa ácida para echarme a llorar en silencio sin importarme que pudiesen estar viéndome. Esto estaba yendo cada vez más lejos. No creía poder aguantar más.

*Zayn Malik*

Esperé a Annie en nuestro casillero (sí, como los teníamos al lado decidimos compartirlos) para ir juntos a literatura. Se estaba tardando demasiado y el pasillo empezaba a vaciarse, pero si ella no venía prefería quedarme vagando por el pasillo. Después de que el pasillo se quedase completamente solo y en silencio, vi una chica caminar lentamente con la cabeza agachada en mi dirección. Era Annie. Corrí hasta ella, cosa que la asustó, e intentó no mirarme por nada del mundo. Busqué su mirada, pero se mostraba rehacia a levantar la cabeza.
-¿Qué te pasa Annie?- le pregunté finalmente, y nerviosa me miró. Espera, ¿Soy yo o sus ojos han cambiado? Quiero decir, uno sigue azul pero el otro es verde-. ¿Por qué tienes un ojo verde? ¿Te has puesto una lentilla de color o algo?- reí suavemente. Negó la cabeza, apenada.
-No Zayn, justamente hoy no- murmuró cabizbaja. No entendía nada, pero absolutamente nada de lo que estaba pasando-. Nací con un ojo de cada color Zay, por eso llevo una lentilla de color azul para que nadie lo sepa.
-¿Por qué?- me atreví a preguntar. No era nada malo, a mí me parecía muy chulo.
-Porque la gente ya me ha jodido bastante la vida con esto- susurró. Tenía la sensación de que se pondría a llorar en cualquier momento, así que intenté desviar un poco el tema.
-¿Y qué te ha pasado que hoy no llevas lentilla?- hizo un amago de sonrisa al darse cuenta de que evitaba ese tema.
-Solo me quedaba una y se ha suicidado- la miré interrogante-. Que se me ha caído al suelo; bueno se ha tirado.
-Oh- sonreí-. ¿Pues sabes? Yo creo que te ves muy bonita así- se sonrojó.
-¿En serio?- sonrió ampliamente, asentí con la cabeza-. Gracias Zay, aunque no lo creas eso me ha subido un montón la mierda de ánimo que llevaba- me abrazó.
-¿Te parece si nos quedamos aquí? No me apetece llegar a clase y que nos castiguen- sugerí y ella rió. Nos sentamos con la espalda contra nuestras taquillas.
-Oye Zayn- dijo ella después de unos minutos de silencio-, ¿Estarías dispuesto a saltarte todas las clases de la mañana para estar conmigo? No quiero ir a ninguna- suspiró.
-Claro que sí, cariño- acaricié su cabello.
-Gracias- murmuró, cerrando los ojos.

*Niall Horan*

No sé por qué, pero mágicamente siempre acababa de cambiarme para la clase de gimnasia al mismo tiempo que Ori y Ann, pero esta vez solo vi salir a Oriana del vestuario de chicas. Se encogió de hombros dándome a entender que ella tampoco sabía dónde estaba Annie. Me acerqué a ella, y juntos fuimos a sentarnos a esperar a que la entrenadora diese ordenes. De mientras esperábamos, nos pusimos a charlar.
-Oye duende, nunca me has contado quién te gusta, pillín- me codeó, divertida, y mis mejillas se pintaron de rojo.
-Tú a mi tampoco- contraataqué.
-¿Te suena un chico llamado Edward, que casualmente es mi novio?- levantó una ceja. Bien, no se me daba bien contraatacar-. Dímelo rubito, dímeloooo- suplicó moviéndome el brazo varias veces. Resoplé.
-Pero solo porque te pones pesada- sonrió angelicalmente, haciéndome reir-. Se llama Lucy.
-¿Lucy Scott?- sonrió pícara-. ¿La pelirroja con pecas y ojos castaños?
-Esa misma- murmuré sonrojado. Me cogió de las mejillas y le aparté las manos de un manotazo, riendo.
-Ay que mono eres, duende- me revoloteó el pelo y acto seguido salió corriendo, riendo a carcajadas. Me puse a perseguirla, pero no pude alcanzarla ya que se escondió en el vestuario de chicas, y como que yo allí no entraría.

*Harry Styles*

-Venga Harold, por favor, yo te estoy ayudando con lo de Ori. Solo te pido que me acompañes- hizo su adorable pucherito con los labios. Aunque me derritió el corazón, seguí negando con la cabeza-. ¿Y tú te haces llamar mi mejor amigo?- se hizo el indignado. Rodé los ojos.
-Está bien, te acompañaré- resoplé, y Lou sonrió a más no poder-. Pero que quede claro que no te voy a ayudar a pedírselo, solo voy a ir y nada más.
-Sí, sí, tranquilo. Lo tengo todo planeado- más le gustaría. Conociéndolo, acabaría con la mente en blanco y sonriendo estúpidamente; y claro, luego su héroe, claramente yo, tendrá que ir a salvarlo del aprieto.
-Pues venga, vamos- Louis sonrió una vez más, y ambos nos pusimos a caminar hacia la cafetería. Encontramos a Phoebe hablando con sus amigas un poco antes de entrar en la ésta. Lou le tocó el brazo suavemente, y ella se giró a verlo con una gran sonrisa.
-¡Hola Lou!- besó su mejilla. Vale gracias, yo ni existo. Y luego está la morena junto a Phoebe que no para de desnudarme con la mirada. ¡Un poco de dignidad, chica!
-Hola Phoebe- sonrió como tonto-. Venía a pedirte una cosa- se mordió el labio nervioso. Ya empezamos.
-¿Sí? ¿Qué cosa?- preguntó emocionada. La morena me lanzó un beso y estuve a punto de ponerme a reir. No se puede ir tan regalada por la vida.
-¿Te gustaría salir conmigo este viernes?- se sonrojó.
-Aw claro que sí Lou- miró a sus amigas, realmente se veía emocionada. Cogió el brazo de Louis, levantó la manga de su jersey y con un rotulador apuntó un número de teléfono-. Llámame- le dijo antes de entrar con su grupillo a la cafetería. Lou se giró con la boca exageradamente abierta a mirarme, todavía con el brazo estirado.
-¿Esto es real? Pellízcame- murmuró. Pero en vez de eso le pegué una bofetada. Y bueno, sí que despertó de su ensoñación-. ¡Te he pedido un pellizco inútil!- se sobó la mejilla.
-Lo siento Lou- reí, y éste me miró mal.
-Da igual- negó con la cabeza-. Pero es que aún no me lo creo Hazza.
-Pues créetelo Tommo- lo cogí del brazo y lo arrastré camino a mi taquilla-. Ahora escribiré otra nota y tú ya sabes qué hacer- le guiñé un ojo. Agarré un trozo de una libreta cualquiera, un boli y escribí otra frase que me rondaba por la cabeza.

''Though I try to get you out of my head, the truth is I got lost without you - E''.

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